TÉCNICAS DE RELAJACIÓN



Las técnicas de relajación son métodos que mediante la respiración, la visualización, introspección y el control mental tiene como objetivo relajar cuerpo y mente. Éstas pueden ser muy variadas según el objetivo a realizar o las características del practicante, su origen cultural o método científico de las técnicas. Puede practicarse de forma autónoma o guiada por un terapeuta o monitor. La práctica puede realizarse en una zona tranquila tumbado/a o sentado/a, en situaciones de estrés y de ansiedad como medida terapéutica, también paseando o en un entorno normalizado. En Relaxalia integramos diferentes técnicas para ofrecer al paciente o practicante la práctica personalizada de acuerdo a sus características y preferencias.

Las técnicas de relajación son una gran herramienta para todos aquellos que deseen prevenir el estrés, alcanzar la paz en situaciones difíciles o mejorar su respiración. Éstas son algunas de los trastornos en los que pueden ayudar.

Cualquier situación de estrés o ansiedad:

  • Ansiedad con algún otro trastorno (estados depresivos).
  • Fase de agotamiento: gran cansancio (astenia), apatía, desmotivación, pérdida de objetivos...
  • Crisis de ansiedad, sensaciones de perder el control.
  • Gestión de la ira, liberación emocional.
  • Ansiedad relacionada a miedos, alimentos, relaciones...
  • Estrés laboral.
  • Situaciones familiares estresantes (cuidadores de enfermos en la familia, padres estresados).
  • Acontecimientos importantes o grandes cambios vitales.
  • Preparación para examen o pruebas.
  • Situaciones especiales de estrés: embarazo, por dificultades en la concepción (para quedarse embarazada), problemas de corazón e hipertensión, enfermedades crónicas, enfermedades autoinmunes, tratamientos con quimioterapia...
  • Deportistas.
  • Insomnio.
  • Adicciones.
  • Terapia del dolor.
  • Síndrome premenstrual.
  • Tratamiento para dejar de fumar.
  • Estrés infantil y en adolescentes.
  • Problemas físicos relacionados con el estrés: trastornos digestivos, tensión y contracturas musculares, dolores de cabeza,  dermatitis, caída del cabello, suspensión de la menstruación o dolor, pérdida o ganancia de peso...


Técnicas de respiración: 
  • Personas que hayan estado conectadas a un respirador.
  • Largas convalecencias.
  • Problemas respiratorios crónicos (nariz, garganta, pulmonares, bronquiales, pleurales).
  • Tratamiento exfumadores.
  • Trabajadores en situación de riesgo de padecer trastornos en la respiración.
  • Deportistas que necesiten optimizar su respiración.

Para cualquier duda sobre las indicaciones ponte en contacto con nosotros y tendrás toda la información necesaria, y en el caso de que tengas, también para tu médico o terapeuta.